Ese hombre...

Entre la niebla creí ver una silueta acercándose en aquella fría noche ; me encontraba sola esperando el autobús,vi que se acercaba rápidamente,me quedé mirándolo pensando si también cogería el bus o seguiría su camino.
Conforme llegaba pude comprobar que se trataba de un hombre alto,con paso firme,enseguida llegó a la parada,movió la cabeza en forma de saludo a lo que yo contesté de igual manera,mirándole ahora de cerca comprobé que respiraba agitado,llevaba un abrigo gris,el cuello subido y sus manos en los bolsillos,no volvió a mirarme y a penas pude verle el rostro en aquella mal iluminada marquesina.
Llegó el autobús y me subí,comprobé que ese hombre también subía,se encontraba casi vacío,me senté cerca del conductor y ese hombre hacia el final.No volvió a subir nadie más,los pocos pasajeros se fueron bajando y nos quedamos solos ; entonces vi cómo se levantaba y se sentaba frente a mi,yo me puse algo nerviosa y opté por mirar por la ventanilla,se reflejaba en el cristal su rostro,pero no lo apreciaba con claridad,pensaba en el porqué se habría cambiado de asiento.
De pronto en la siguiente parada subieron dos chicos de mal aspecto,desaliñados y dispuestos a armar jaleo,se quedaron de pie cerca nuestro,hablando entre ellos y riéndose hasta que uno de ellos empezó a molestarme,estaba poniéndome muy nerviosa,yo no le respondía por no entrar en su juego,con sus comentarios obscenos,se tomaron la confianza de tocarme el pelo,tan cerca los tenía que no observé que ese hombre se había levantado y se encaró con ellos,hablando muy despacio y en voz baja,con una seguridad amenazante,los chicos estaban envalentonados,al principio no entendía que les decía,pero pude escuchar en su voz cada vez más profunda y calmada,que si querían llegar vivos a casa,que me dejaran en paz,yo me asusté más todavía y ellos también,no solo por sus palabras,sino cómo las dijo,aún así intentaron golpearle,él esquivó el golpe,mientras pulsaba el timbre al llegar a una parada,las puertas se abrieron e invitó a los chicos a que se bajaran,con ademanes chulescos manteniendo el tipo,se bajaron por fin.
Las puertas se cerraron y seguimos el trayecto.
Todo ocurrió tan deprisa que apenas pude balbucear un gracias cuando comencé a llorar,ese hombre se acercó y con voz sumamente dulce me dijo : tranquila,ya ha pasado todo,siento que te asustaran,presentí que algo iba a ocurrir y quise estar cerca de ti.
Yo solo llegaba a repetir un gracias a media voz...si no es por ti,no sé que habría pasado,- ¿te bajas en la próxima? me dijo,yo negué con la cabeza, - ¿quieres que te acompañe? le dije que no hacía falta,que estaba bien de verdad,no insistió, me dijo que fuera con cuidado.
Hizo un leve movimiento de cabeza asintiendo y sonrió...se bajó en la siguiente parada,perdiéndose entre la niebla.

Cuando salí del autobús me pareció todo irreal,como si hubiera sido un mal sueño,pero mi corazón palpitaba muy agitado,de pronto me di cuenta que la niebla se había disipado y el cielo lo cubrían miles de estrellas.
Mentalmente di gracias por llegar a casa y me dormí pensando en ese hombre tan misterioso...¿de quién se trataría? - ¿cómo supo que habría problemas en el bus?
Su sonrisa...recuerdo su sonrisa y su amable voz,pero no recuerdo su mirada,no consigo ver sus ojos en la oscuridad de mi habitación.