Muchas veces me pongo a pensar,cuando yo era una niña,lo feliz que me sentía jugando en la calle.En mi barrio,había una calle que la llamábamos "la calle de en medio" porque no tenía porterias,apenas aparcaban coches ni circulaban por ella,lo cual era ideal para que jugáramos a la pelota,al tranco,a la botella,a la cuerda,a pillar...y a ir en bici,bueno,yo iba de paquete,porque nunca llegué a aprender.
Recuerdo un verano,que mis amigas hicieron lo imposible para que aprendiera,todas las tardes lo intentábamos,me cogían de detrás y allá que iba yo,pero en cuanto me soltaban no mantenía el equilibrio y tenía que poner los pies en el suelo,fue misión imposible.Una tarde,empezamos igual,pero esa vez,me soltaron sin que yo me diera cuenta y cuando por fin miré para atrás,pensando que iban sujetándome de detrás,las ví al principio de la calle,yo las ví lejísimos,ni que decir que me dí de bruces,contra el único coche que había aparcado,jaja,creo que esa fué la última vez que lo intenté ,seguí yendo de paquete,era más seguro.
Cuando se hacía de noche jugábamos en mi calle,mi madre salía por el balcón a llamarme....¡sube que ya es tarde y ya está la cenaaaa!,a lo cuál yo siempre decía : ahora subooo,un ratito másss!,jaja,es que antes todo se decía a gritos por el balcón o la ventana.
Ahora los niños,no tienen esa libertad,nunca juegan sólos ni juegan en la calle,siempre les acompaña un adulto,por lo menos en la ciudad,y juegan en los parques,polideportivos,zonas de recreativos...es una pena que no gozen de la libertad que nosotros sí tuvimos.
Ninguna madre sería capaz de dejar a su hijo bajar sólo a la calle a jugar,hoy sería una temeridad,por la falta de seguridad,demasiados coches,demasiada gente desconocida.
¡Qué veranos aquellos...!
Sin ordenador,ni videojuegos...sólo salir a la calle a jugar con los amigos.