Te duermo en la noche, te sueño de día,
vives en mí, recorriendo tu imagen en el aire,
imaginándonos en el escenario de la vida.
Recortando tu silueta a mi antojo,
perfilando tu risa,
tu mirada clavada en mi alma.
Sombras chinescas mudas de esperanza,
magia azabache invadiendo mi existencia
provocando aludes a una atormentada resignación.