que entre sus manos
se encuentra el mejor libro del mundo,
me brillan los ojos al descubrir
su cubierta entre otros buenos libros.
Acaricio con cuidado su portada,
es fuerte, pero suave
suave y cálida...estoy nerviosa
pues sé que es un libro complicado,
temperamental, pero a la vez,
es directo, amigable, se deja leer.
Acabo de empezar a pasar mis dedos
entre sus páginas y no me defrauda, no,
es arrebatador, inquieto en sus letras
pero de una gran profundidad.
Simpatizo con él, me arrastra en su historia,
necesito cada día leer un poco más
e involucrarme voluntariamente
en cada episodio
Es como un libro infinito,
aquél que cada día se va escribiendo
y cada día voy leyendo.